Unicornio de arcoíris

Es viernes por la mañana en la clase de prekínder de la maestra Cerissa Brown. La música se escucha suavemente en el fondo mientras los estudiantes llegan y sacan sus diarios. Es un inicio discreto del día dispuesto así intencionalmente para dar a los niños la oportunidad de decir  "¡Hola!"  a sus maestros y amigos o unirse a la clase a un ritmo más relajado después de terminar su desayuno.

Cuando llega la hora de la reunión de la mañana, la Sra. Brown saluda a cada estudiante de la clase, de uno en uno. Luego, la maestra auxiliar, Keonie Rogers, dirige al grupo para cantar la canción de los viernes con todos: los niños y maestros se ponen de pie para bailar. Después de los anuncios, comienza la hora de "dibujar monstruos" de los viernes.

Victoria es la primera en tomar su turno. Quiere que el monstruo tenga boca.
"¿El monstruo está feliz o está triste?" pregunta la Sra. Brown.
"Feliz", dice Victoria. La Sra. Brown comienza a dibujarle una sonrisa. La siguiente es Addy. Quiere que el monstruo tenga cabeza. "¿De qué forma: redonda, cuadrada, rectangular, triangular?", pregunta la Sra. Brown.
"Redonda", responde Addy.
Ahora, Arely quiere que el monstruo tenga nariz.
"¿Cuántas?", pregunta la Sra. Brown.
"¡Tres!", responde Arely.
Y Yolanda quiere ojos.
"¿Están abiertos o cerrados?", pregunta la Sra. Brown.
"Abiertos", contesta Yolanda.

PreK group photo
PreK group photo

Mientras el monstruo cobra vida en el papel, la actividad aborda emociones, formas, números y partes del cuerpo. Se oyen risas y se siente la emoción en los estudiantes cuando dan instrucciones a la maestra. Finalmente, es hora de darle un nombre. Los niños deciden llamar Unicornio de arcoíris al monstruo de esta semana.

"Es posible tener una clase en línea de prekínder; basta con pensar en aquello que los niños necesitan y presentárselo sin importar la plataforma que se use", explica la Sra. Brown, maestra fundadora del prekínder en Capital City. "Así que traemos el toque ligero, la energía, el baile, el canto, el juego imaginativo y las historias. En otras palabras, invitamos a los niños a jugar a través de la pantalla".

La estructura de la clase virtual del prekínder se asemeja bastante a la estructura de un día de clases en persona, en parte para dar continuidad a los estudiantes que regresaron este año, y en parte para establecer una rutina que facilite la transición cuando termine el aprendizaje a distancia.

Además de incluir contenido que les sea de interés, los maestros están decididos a conectar a sus estudiantes entre sí.

"Hemos comenzado a compartir y a ese momento lo llamamos  Todos los aspectos de nosotros. Los niños comparten fotos de sí mismos, sus familias, sus áreas de trabajo virtuales (lo cual es fabuloso), sus animales, colores y comidas preferidas", comenta Evelin Alvarado, otra maestra principal del prekínder y exalumna de Capital City de la promoción de 2013. "Es una oportunidad no solo para que los estudiantes hablen de sí mismos, sino también para aprender sobre los otros estudiantes de la clase. Se forma un sentido de comunidad por medio de este momento para compartir".

De igual manera que los hace la Sra. Brown, la Sra. Alvarado se asegura de dar a los niños tiempo para "charlar" entre ellos a través de la pantalla. "Motivamos a los estudiantes a mantener desplegadas en la pantalla las caras de sus compañeros, y si ven a alguien de quien quieren despedirse al final del día, les decimos que abran sus micrófonos y les digan ‘Adiós’. Vimos a un estudiante hacerlo, y desde entonces comenzamos a motivar a todos los niños a imitarlo".

Storytime in PreK

Todos los días en prekínder terminan con la hora del cuento. Conforme lee la historia, la maestra se acerca a la cámara para amplificar un momento en la historia y se detiene a hacer preguntas después de acabar de leer cada página. Los niños quedan cautivados.

"El hecho de que podamos ofrecer este tipo de apoyo a los niños y sus familias es extraordinario para todas las partes involucradas. Es difícil para todos, pero estamos en esto juntos. Tenemos que hacerlo. Todos trabajan juntos por el bien de todo el grupo. El todo es más que la suma de sus partes", afirma la Sra. Brown.